INADVERTIDAS ELECCIONES EN LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS

Nota de Jorge Varela, periodista en alusión a las elecciones (nota previa a su realización, pero brinda información aclaratoria sobre nuestro gremio docente).

Los días 9, 10 y 11 setiembre del corriente año, se llevaron a cabo en las universidades públicas argentinas, elecciones para renovar la conducción de uno de los sindicatos nacionales, fundador del sindicalismo universitario, en los tiempos de la recuperación democrática que nos tocó vivir, a partir de 1983.

Luego de la superlativa presencia de la organización Docente nacional en la década de los noventa, factores personales, políticos, terminaron dividiendo y anarquizando, a la organización docente nacional, de manera que a la fecha, el espectro gremial de los sindicatos docentes Universitarios no concitan, ni gravitan en la definición de las políticas públicas para las universidades del estado. Esa representación sindical se encuentra dividida en 4 federaciones; CONADU (CTA-Yaski), CONADU Histórica (CTA – Micheli); la marginal creación de Filmus, la FEDUN (CGT) y la representación de la FAGDUT (Universidad Tecnológica Nacional). La resultante de este intrincado proceso, nos configura un escenario, donde la dirigencia de dos federaciones las hace funcionar como apéndices del Ministerio de Educación y la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), como el caso de CONADU y FEDUN.

En el caso de la CONADU HISTÓRICA, fraccionadamente alineada a la CTA- Micheli, terminó siendo funcional y operativamente una herramienta de las políticas del Partido Obrero ( PO) y de una muestra arqueológica del Partido Comunista Revolucionario (PCR).

Esta federación en otros tiempos políticos ocupaba en el sector, un lugar de independencia y efectiva combatividad, esto le permitía tener alguna ingerencia en parte de la agenda universitaria y representar mas cabalmente al complicado sector de los docentes Universitarios, que se caracterizan por un progresismo muy “sui generis”; esta federación, hace tiempo, decíamos, que viene alineándose a las políticas de la CTA Michelista, conducida por Claudia Baigorria y una ignota dirigente radical, santacruceña anti K.

En la CONADU Histórica, esta planteado un debate fundamental, continuar siendo el refugio de una “estudiantina Universitaria” conducida por avejentados dirigentes de “otros tiempos” donde partidos como el Partido Obrero (PO), el Partido Comunista Revolucionario (PCR) y el MST tienen sus máximos y únicos blasones o retomar el camino de la representación de los Trabajadores Docentes Universitarios.

Hoy en esta etapa electoral dos listas se presentan, la Lista 1 – Frente de Trabajadores Docentes 1° de julio”- compuesta por un popurrí de dirigentes provinciales de distintas extracciones políticas (PJ, PC, K, PL, UCR y hasta cuenta con algún antediluviano Intransigente de Alende) por su conformación es la mas independiente. La Lista 4 – Unidad de los Trabajadores Docentes de las Universidades Nacionales- está claramente alineada en la oposición intrascendente de la CTA michelista-PO- PCR MST, con la novedad que, incorpora paradójicamente, en sus filas al símbolo de la decadencia de la CONADU HISTÓRICA, la dirigente de ADUL Litoral Claudia Baigorria y la ignota dirigente radical Santacruceña (eternos blancos de estas agrupaciones por sus prácticas burocráticas y clientelares).

La praxis reactiva, de un oposicionismo cerril, sin traslación hacia las “masas” universitarias, quita representatividad y poder concreto a uno de los sindicatos nacionales que se perfilaba, como uno de los más activos del espectro universitario nacional.

A todo esto, hoy debe hacerse notar, que el actuar de la Junta Electoral, ha incurrido en las peores practicas del burocratismo sindical y el feudalismo provinciano, oficializando padrones truchos, sindicatos casi testimoniales y sin ninguna organización formal.

Los afiliados se encuentran en la disyuntiva de continuar en la lógica de la actual conducción que se prorroga de la mano de conspicuos dirigentes y candidatos del PO y el PCR o reconstruir el camino de la independencia sindical, donde necesariamente deberá poner su mayor energía en aglutinar a un sector que siempre se caracterizó por ser un conjunto disjunto de trabajadores intelectuales.-