LA SEGURIDAD ALIMENTARIA FUTURA DEL MUNDO

Extracto de la FAO. Nota completa, en página web de FAO

La seguridad alimentaria futura del mundo peligra debido a múltiples desafíos. Un nuevo informe advierte que, sin medidas adicionales, no se alcanzará la meta de acabar con el hambre en 2030. La capacidad futura de la humanidad para alimentarse está en peligro a causa de la creciente presión sobre los recursos naturales, el aumento de la desigualdad y los efectos del cambio climático. Aunque en los últimos 30 años se han logrado avances reales y muy importantes en la reducción del hambre en el mundo, “el aumento de la producción alimentaria y el crecimiento económico tienen a menudo un alto costo para el medio ambiente”, advierte el documento “El futuro de la alimentación y la agricultura: tendencias y desafíos”.

Para 2050, la humanidad rozará posiblemente los 10 000 millones de personas. En un escenario de crecimiento económico moderado, este aumento de población impulsará la demanda mundial de productos agrícolas en un 50 por ciento más sobre los niveles actuales, según se pronostica. La pregunta clave que plantea hoy la FAO en su publicación es si, de cara al futuro, los sistemas agrícolas y alimentarios mundiales sean capaces de satisfacer de manera sostenible las necesidades de una creciente población mundial.

El informe identifica 15 tendencias y 10 desafíos que afectan a los sistemas alimentarios mundiales; tendencias: Una población mundial en rápida expansión marcada por “puntos críticos” de crecimiento, urbanización y envejecimiento. Diversas tendencias en el crecimiento económico, ingresos familiares, inversión agrícola y desigualdad económica. Gran incremento de la competencia por los recursos naturales. Cambio climático. Estancamiento de la productividad agrícola. Enfermedades transfronterizas. Aumento de conflictos, crisis y desastres naturales. Pobreza, desigualdad e inseguridad alimentaria persistentes. Transición alimentaria que afecta a la nutrición y la salud. Cambios estructurales en los sistemas económicos e implicaciones en el empleo. Aumento de la migración. Cambios en los sistemas alimentarios y sus repercusiones en los medios de subsistencia de los agricultores. Persistencia de las pérdidas y el desperdicio de alimentos. Nuevos mecanismos de gobernanza internacional para responder a los problemas de seguridad alimentaria y nutricional. Cambios en la financiación internacional para el desarrollo. Desafíos: Mejora sostenible de la productividad agrícola para satisfacer la creciente demanda. Garantizar una base sostenible de recursos naturales. Abordar el cambio climático y la intensificación de las amenazas naturales. Erradicar la pobreza extrema y reducir la desigualdad. Acabar con el hambre y todas las formas de malnutrición. Hacer que los sistemas alimentarios sean más eficientes, inclusivos y resilientes. Mejorar las oportunidades de obtener ingresos en las zonas rurales y abordar las causas profundas de la migración. Reforzar la resiliencia frente a las crisis prolongadas, desastres y conflictos. Prevenir amenazas transfronterizas y emergentes para los sistemas agrícolas y alimentarios. Abordar la necesidad de una gobernanza nacional e internacional coherente y eficaz.