Es el título tomado de:
http://www.21porciento.com.ar/ambiente/5246.html
de donde reproducimos una parte y damos el link de una nota que nos pareció interesante referida al plan de manejo del paisaje protegido, que están discutiendo en Tandil. Las personas involucradas son compañeros de trabajo de nuestra Universidad y la participación activa en este tipo de talleres, aportando sobre todo conocimiento, conforman un buen ejemplo de extensión universitaria. Invitamos a su lectura completa.
“Fue en el marco del primer taller para la conformación plena de los ejes del Plan de Manejo. En esta primera instancia, el turno se dedicó a la educación y difusión ambiental. En ese contexto, en la voz de Cecilia Ramírez se acercó la concepción que tienen sobre la educación ambiental, tanto desde la Universidad Nacional del Centro, como del Grupo de Trabajo, integrado además por Adriana Díaz, Sergio Guzmán, María Eugenia Priano, Rosana Ferrati y Ana Fernández. Grupo que está trabajando, como lo dejaron demostrado, para la delineación de objetivos y apuntando lo indispensable a tener en cuenta en esta no subestimable instancia. Compartimos este esclarecedor aporte a un debate necesario y que, justamente, clama por una convocatoria más amplia.”
…“¿A qué público debería estar dirigida esta educación ambiental? A todos. Pero..." Y en ese punto de la alocución, como si ya se presintiera el alto calibre de lo que vendría segundos después, no sólo no voló ni una mosca, sino que además hasta cesó el aliento de algunos, mientras sufrían "un parate de chapas" y la metamorfósis epidérmica con cuanta ave de corral imaginable: "Pero no pensar solo en las escuelas y en la educación formal y no formal, sino también en el ámbito de la función pública: poder judicial, legislativo y ejecutivo, e instituciones dependientes del Estado. Siendo quienes toman las decisiones, deberían estar mucho más enterados acerca de estas visiones y de qué considera la ciudadanía que se debería proteger. El programa educativo debería estar primero dirigido a funcionarios. Después, al ámbito escolarizado institucional (maestros, directivos); a instituciones no formales, instituciones de la sociedad civil (bibliotecas, clubes, centros comunitarios, asociaciones civiles, colegios profesionales, organizaciones no gubernamentales) y público en general, residentes, en tránsito y/o turistas”.
Arrojando otro bombazo en medio de la mínima sala de reunión, Ramírez remarcó que “es indispensable establecer las siguientes responsabilidades y que se aclaren en algún momento: ¿quién articulará las acciones? ¿Cuáles serán los recursos disponibles? ¿Cómo se determinarán las prioridades? Y ¿Cuál será el rol de los ciudadanos y las instituciones participantes?”, logrando un nuevo silencio hasta al interior del inconciente.
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