José Graziano da Silva Director General de la FAO, destacó los enormes progresos alcanzados por Cuba, Guyana, Nicaragua, Perú, San Vicente y las Granadinas y Venezuela -países que han reducido a la mitad el número de sus habitantes que sufren hambre- pero hizo un llamado a la comunidad mundial a fijarse una nueva meta: hambre cero en todo el planeta.
En el año 2000, los países miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a crear un mundo más pacífico, próspero y justo y a liberar a los hombres, mujeres y niños de las condiciones lamentables e inhumanas de la extrema pobreza. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecieron metas claras y fueron fundamentales a la hora de aunar esfuerzos e impulsar el desarrollo en numerosos países.
No es casualidad que el primero de estos objetivos tenga como meta reducir a la mitad la proporción de personas que pasan hambre y viven en pobreza extrema en el mundo para 2015. Derrotar el hambre y la pobreza extrema es requisito indispensable para alcanzar los demás objetivos.
La buena noticia es que se han hecho progresos. A fecha de hoy, al menos 35 países ya han alcanzado esta meta. No obstante, no debemos olvidarnos de que incluso alcanzando la meta de reducir a la mitad las personas que padecen hambre, la otra mitad continuaría sufriendo. ¿Qué decir a esta mitad? Aun hoy existen cerca de 870 millones de personas que pasan hambre, 49 millones de ellas en América Latina y el Caribe. Nuestro objetivo debe de ser garantizar la seguridad alimentaria para todos, en línea con la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre 2025.
Más información, Benjamín Labatut al email: benjamin.labatut@fao.org
|