Si los murciélagos vuelan de día o se chocan con objetos, existes fuertes sospechas de que estén infectados con el virus de la rabia. No hay que tocarlos aunque parezcan muertos porque pueden morder. La posibilidad de contagio es muy baja, pero hay que vacunar anualmente a todas las mascotas.
Dicen los expertos que es imposible saber cuántos hay, pero que son tantos como los millones de habitantes de Buenos Aires, varias veces multiplicados. Su ciclo biológico es opuesto al humano: concentran su actividad durante la noche y de día se ocultan en taparrollos, desvanes, altillos, grietas o edificios antiguos.
Para los médicos veterinarios es un motivo de preocupación, porque los murciélagos - que de ellos se trata - son los protagonistas del ciclo aéreo de la rabia, enfermedad controlada en el humano desde 1981, fecha en que se detectó el último caso y desde 1984 que no teniamos casos de rabia canina en una mascota doméstica, ocasionada por virus calle o genotipo 1.
Se aclara que los murciélagos que sobrevuelan todas las ciudades en la provincia de Buenos Aires son insectívoros y cumplen una función muy importante: controlar naturalmente las poblaciones de insectos, ya que se alimentan de ellos. Se agrega que la rabia es endémica entre estos animales y se la transmiten durante peleas entre colonias, por medio de mordeduras, y que, como la enfermedad los ataca a nivel neurológico y les afecta el sonar, que es el mecanismo con el que se orientan, siempre que aparezca un murciélago volando de día, chocándose con objetos, tirado en el piso o "pegado" sobre una pared, tanto las personas como las mascotas deben evitar tocarlo para prevenir una eventual mordedura.
Ante cualquier duda, comunicarse con Dirección de Zoonosis Rurales, ubicada en Azul (España 770) - TE: 02281-422654
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