ELIMINACIÓN DE PLAGUICIDAS ALTAMENTE PELIGROSOS

Se debe acelerar la eliminación de los plaguicidas altamente peligrosos en América Latina y el Caribe. FAO está impulsando una herramienta de asistencia técnica que permite evaluar no sólo la toxicidad aguda de los plaguicidas sino su impacto sobre el medio ambiente. Los gobiernos de América Latina y el Caribe deben acelerar la retirada de los plaguicidas altamente peligrosos de sus mercados, señaló la FAO en reacción al incidente ocurrido en Bihar, India, en el cual 23 niños murieron al ingerir alimentos contaminados con monocrotofos. El monocrotofos es un plaguicida organofosforado considerado como de gran peligrosidad por la FAO.

Alternativas a los plaguicidas peligrosos: “Existen alternativas que no utilizan productos químicos y son menos tóxicas. En muchos casos el manejo integrado de plagas puede ofrecer una solución adecuada más sostenible y que reduce el uso de plaguicidas”, explicó Santivañez. En la región, FAO ha trabajado para la gestión de plaguicidas obsoletos en Bolivia, y en un manual de registro de plaguicidas para Centroamérica. En 2012, Paraguay implementó una innovadora tecnología para biodegradar semillas de algodón contaminadas por plaguicidas. Mediante técnicas de biodegradación, un proyecto de Paraguay y la FAO logró convertir semillas de algodón contaminadas por plaguicidas en compost apto para uso agrícola.

Una de las herramientas para enfrentar el manejo responsable de estas sustancias es el Código Internacional de Conducta para el manejo de plaguicidas, aprobado por los países miembros de la FAO, establece normas de conducta voluntarias para todas las entidades públicas y privadas involucradas en el manejo de plaguicidas. Este Código cuenta con amplia aceptación como la principal referencia para la gestión responsable de plaguicidas.

Más información: E-mail: benjamin.labatut@fao.org