Resumen: La agricultura familiar en Argentina representa un sector de gran importancia en la producción de alimentos, en la generación de empleo y en la ocupación del territorio. No obstante, existen una serie de limitantes que condicionan su desarrollo. En general, se usa el término de agricultura familiar para referirse a un conjunto diverso de actores e identidades -pequeño productor, minifundista, campesino, chacarero, colono, mediero, productor familiar, trabajador rural sin tierra, pueblos originarios, agricultor urbano-periurbano, etcétera- que pertenecen al universo de la economía social. La construcción de esta otra economía, se destaca por valores y principios específicos que es necesario que se reflejen en toda la cadena productiva. En esta economía, la social, el consumidor no es sólo un mero comprador, sino que está construyendo sociedad con el productor al momento de realizar la transacción. Para que el consumidor pueda ser responsable al momento de comprar, es necesario que sepa cómo se producen esos alimentos o artesanías, qué consecuencias tienen la compra y el consumo de los mismos, a que sectores socioeconómicos está aportando de esta manera y si se generan procesos de transformación y reproducción social de las familias productoras a condiciones dignas. Para colaborar en esta dirección y aportar a un mayor conocimiento por parte de los vecinos y vecinas de Azul en torno a la existencia y a las prácticas y propuestas de la Agricultura Familiar, y para propender hacia una mayor visibilidad y empoderamiento de los propios productores, el presente proyecto plantea como primer paso un acercamiento a los actores sociales que son protagonistas de la agricultura familiar en la región (huerteros, granjeros, apicultores, artesanos), de modo de promover la realización de talleres que permitan caracterizar sus modos de producción y las bondades de los productos resultantes. A partir de estos acuerdos, lo que sea plantea es el desarrollo colectivo de estrategias y materiales de comunicación eficaces que apunten al posicionamiento de la agricultura familiar y la economía social, y a la conciencia de la responsabilidad del consumidor. Otro de los desafíos es el ahondar en cuáles son los modos de comunicación más idóneos para acompañar estos canales de comercialización alternativos. A partir de estos logros se intenta generar conciencia en los consumidores acerca del consumo de alimentos saludables y frescos. Asimismo, es dable resaltar que el presente proyecto contiene como antecedentes la participación como Universidad en el Foro de Universidades para la Agricultura Familiar en el marco de las tareas que viene realizando el IPAF (Instituto de Investigación y Desarrollo para la Pequeña Agricultura Familiar) y las tareas que desde la Secretaría de Extensión se están llevando adelante desde el año 2011 a través del Programa de Economía Social y Solidaria, espacio con el cual comenzamos a pensar en un trabajo articulado entre docentes, investigadores y organizaciones de la comunidad, fruto de lo cual ha resultado la elaboración de este proyecto.